El miércoles me voy de vacaciones a la costa. Estaré fuera quince días (con sus quince noches) en los que no podré actualizar el blog con nuevos dibujos, pero intentaré hacerlo con fotografías o pequeñas reseñas, al menos un par de veces. En cuanto al dibujo, me he inspirado bastante en las ilustraciones infantiles de los años 60 y 70, aunque tengo que reconocer que es mucho más difícil de lo que esperaba. La próxima vez intentaré no abusar del efecto sepia.
Volviendo a mis vacaciones, durante las dos próximas semanas tengo la intención de desconectar del trabajo, de los opresivaos edificios modernistas de Barcelona, de las colas en el metro, de las guiris borrachas, de los vendedores ambulantes de cerveza, de las tarjetas que no funcionan, del malhumor administrativo, del pelo de gato en la ropa, de la Barceloneta... En cambio, recibiré con los brazos abiertos la comida de mamá, las cervezas en la Moderna, el reencuentro con los amigos, el celeste de mi antigua habitación, el olor del vino, la arena blanca y sedosa de Zahara, el cafelito de la tarde, las tapas granaínas, el pop...
